La fístula es una conexión realizada entre una arteria y una vena, esta puede realizarse en piernas, brazos o en el pecho en pacientes con insuficiencia renal.
Cuidar de la fístula es importante ya que con ella el tratamiento de hemodiálisis puede llevarse a cabo de forma exitosa. Es por eso que se vuelve imprescindible que sea monitorizado para evitar alguna complicación y con ello el tratamiento se vea afectado.
En Renium te compartimos estos 3 sencillos pasos para que puedas mantener la salud adecuada en tu fístula:
- Inspección: Consiste en observar la fístula con la finalidad de hallar alguna alteración de forma visible y superficial.
- Palpación: Consiste en tocar la fistula con los dedos de la mano, así podemos cerciorar que está bien colocada. Es importante que este paso se lleve a cabo con la manos limpias y sin realizar demasiada presión o movimiento.
- Auscultación: Consiste en escuchar la fístula. Generalmente este paso debe realizarlo personal médico especializado con la finalidad de prevenir algún tipo de alteración.
Mantenerse al pendiente de su estado es importante. Si notas en ti o en tu familiar con fístula que las venas se tornan moradas y abultadas, hay hinchazón en los brazos y piernas, así como la disminución en la presión arterial, es importante que se lo menciones al médico para asegurarte que todo está en orden.
La monitorización y vigilancia de la fístula, puede ayudar a prevenir una infección o algún tipo de anomalía que ponga en riesgo la salud del paciente. De esta forma se puede prevenir una estenosis o una trombosis. Recuerda que es más importante prevenir y estar informados para evitar un mal rato.
Si requieres alguna asesoría personalizada en Renium, podemos ayudarte.